20090309

ESTELLA-LOS ARCOS

Antes de marchar hay que fregar

Bodegas Irache

La fuente del vino

Monasterio de Irache

Paisaje

Hay que reponer fuerzas

La "troupe" en la Fuente de los Moros

Busto de Sancho Garcés I en Villamayor de Monjardín

Brindando con Jose que ha venido a saludarnos

Caminando por campos de vid

Los muchachos del Schalke 04

Con los ciclistas de Crevillente

Un poco de relax a la sombra del pajar

Recuperándonos de la dura jornada












29 de agosto, viernes: (Estella – Los Arcos)


Julián se ha quedado a dormir en casa de Jose y han estado recordando aventuras que compartieron tiempo atrás. Les avisamos y desayunamos muy bien en un bar-panadería-kiosco con terraza sobre el río, partiendo hacia Ayegui donde hacemos la primera parada en las bodegas Irache que tienen instaladas unas fuentes de vino y agua para servicio del peregrino, presididas por un letrero que dice: “Peregrino, si quieres llegar a Santiago con fuerza y vitalidad, de este gran vino echa un trago y brinda por la felicidad”. Junto a las bodegas está el Monasterio de Irache: hospital de peregrinos, hospital de guerra, universidad, colegio de religiosos y en el futuro, seguramente, parador nacional, son algunas de las funciones que se le atribuyen a este magnífico edificio regentado hoy por los Padres Escolapios, y que ya acogía peregrinos antes de que Estella existiera.

Pasamos por la puerta del camping-ciudad de vacaciones Iratxe, que aparenta ser un lugar estupendo para ir con niños. Se ven instalaciones deportivas de todo tipo, también piscinas, cafeterías, ….., y alojamientos diversos: hotel, cabañas de madera, acampada libre, ….. Continuamos hasta Azqueta donde tomamos un refrigerio (léase almuerzo a “tutiplé”: bocata, cerveza, vino, aceitunitas, etc. y el café en el bar). Hemos caminado por un bonito entorno a través de chaparras y matorral, quedando un espléndido valle a nuestra derecha y una grandiosa sierra al fondo, fantástico paisaje. Atrás, a la izquierda, dejamos Montejurra, lugar emblemático para los carlistas (partidarios de Carlos VII) por la victoria aquí lograda sobre los liberales (partidarios de Amadeo de Saboya).

Unos doscientos metros antes de Villamayor de Monjardín, nos encontramos con la Fuente de los Moros, un aljibe gótico del s.XIII, cubierto con bóveda de cañón, respetuosamente restaurado, donde descansamos y hacemos unas fotos. A la entrada del pueblo aparece Jose que está probando un coche y se ha acercado a tomar una cerveza con nosotros. Aquí hay que abastecerse bien porque en los 12 km próximos hasta Los Arcos no hay donde hacerlo. Camino pedregoso y ondulado, con rastrojos por doquier, monótono, muchísimo calor.

Nos adelanta un grupo de ciclistas a los que oímos hablar en valenciano, y al poco los alcanzamos porque han tenido una avería. Resulta que son de Crevillente y departimos con ellos unos minutos. Nos resguardamos un rato del sol a la sombra de un enorme montón de alpacas de paja antes de emprender el último tirón hasta Los Arcos. Allí nos alojamos en un buen albergue particular, Fuente Casa de Austria, que yo ya conocía por haber estado en él en el año 2005, y que continúa ofreciendo unas buenas instalaciones. Como hay un gran patio para tender la ropa, aprovechamos para hacer colada y luego descansamos un rato. Por la tarde recorremos el pueblo y acabamos en un bar-pub de la plaza jugando al futbolín y tomando unas cañas. Se nos une Jose que mañana sábado no trabaja y hará la etapa con nosotros, así que aprovechamos la estupenda cocina del albergue para agasajar a nuestro paisano con una buena cena: ensalada, embutidos, tortilla y fabes, que acompañamos con el allioli que hace Julián y con vinos de la tierra. Esta noche “vientos” en popa y a toda vela. Además de con tapones habrá que dormir con mascarilla.

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