20090309

LOS ARCOS-NAVARRETE

Salida de Los Arcos

"Yo que fuí lo que tú eres, tú serás lo que yo soy"

Iglesia del Santo Sepulcro en Torres del Río

El mejor rato de la mañana.

Frutos silvestres.

¡ Qué bien se camina sin mochila !

Plaza de toros de Navarrete. Cuando no hay festejos sirve de parking.

Logroño. Estatua ecuestre de Espartero.

Parroquia de San Bartolomé.

Aspecto de la calle Laurel.

Aquí vamos haciendo la "senda de los elefantes".

Chateando.

Dos ratitas.

Más chatos.

Fin de etapa. De nuevo Navarrete


30 de agosto, sábado: (Los Arcos – Navarrete)

Hemos sobrevivido a la dura noche de gases varios, pero llevamos algo de retraso. Jose ya hace rato que ha llegado de Estella y nos vamos todos a desayunar tranquilamente a la cafetería del hotel Mónaco. A Miguel le sigue molestando el tobillo y hoy pensaba ir en autobús, pero, aprovechando que tenemos el coche de Jose, colocamos todas las mochilas en él y Miguel se lo lleva hasta Logroño. Va a ser una experiencia agradable desplazarse un día sin el pesado equipaje.

La salida del pueblo pasa por la puerta del cementerio. En la fachada de éste una inscripción del año 1849 para meditar: “Yo que fui lo que tú eres, tú serás lo que yo soy”. Una larga y recta pista de tierra con alguna ondulación nos lleva a Sansol, y de allí bajamos a Torres del Río, a unos pocos cientos de metros. Aquí destaca la iglesia románico-bizantina del Santo Sepulcro del s.XII, copia del Templo de Jerusalén, de planta octogonal y que algunos investigadores la atribuyen a la Orden del Temple. Ya hemos caminado unos cuantos kilómetros y está avanzada la mañana, por lo que hay que repostar. Tomamos un almuerzo como el de todos los días, ante todo bien acompañado de cerveza fría y vino de la zona.

Continuamos andando relajadamente después del almuerzo, subiendo y bajando senderos entre cultivos y monte raso hasta atravesar el barranco de Mataburros. No llevamos mochila pero aún así el camino se hace pesado. Los kilómetros que restan hasta Viana, último pueblo de Navarra en el Camino, fundado por Sancho El Fuerte en 1219, donde vivió y murió en 1507 César Borgia, cardenal, príncipe, guerrero y libertino, hijo del Papa Alejandro VI, los hacemos por carretera que es más llevadero que el abrupto camino.

En Viana un buen descanso y las consabidas cañas. Estando en esos menesteres, llama Miguel informándonos que la cola para el albergue de Logroño es kilométrica y como nos falta aún un buen rato para llegar, cuando lo hagamos estará completo seguro. Para mucha gente Logroño es final o comienzo de tramos del Camino, por lo que el albergue suele estar siempre lleno, a veces masificado. Así que le pedimos a Miguel que venga a recogernos con el coche y nos desplazamos hasta Navarrete, donde buscamos un albergue particular que no nos ponga pegas para volver tarde, porque esta noche queremos hacer la “ruta de los elefantes” por la calle Laurel de Logroño. Tenemos la suerte de encontrar el albergue El Cántaro que también dispone de un piso con literas en el que nos ubicamos, así dispondremos de llaves para regresar cuando nos parezca. Justo lo que buscábamos.


Colada, santa siesta y visita a las bodegas Navajas que tantas veces nos ha enviado vino al banco por mediación de Miguel, pero están cerradas porque es sábado por la tarde, así que, unos en coche otros en autobús, nos vamos a Logroño para ir pisando el terreno. Visitamos la plaza del Espolón que preside una estatua ecuestre de Espartero a lomos de su “cojonudo” caballo, la catedral y sus bulliciosos alrededores, la parroquia de San Bartolomé y el albergue, encontrándonos con conocidos que no almuerzan tanto y sí han llegado a tiempo de coger sitio,…….. Y ya nos vamos hacia Laurel donde Jose ha quedado con su familia para que tomemos todos juntos unos vinos departiendo de tasca en tasca. Así lo hacemos y resulta una divertida y agradable velada, pero todo tiene su fin y hay que dormir un rato, por lo que nos amontonamos en el coche y volvemos a Navarrete, donde preparamos la última en el “Círculo Navarretano”, cuya terraza todavía tiene mucha gente tomando el fresco y copas. Ya nos despedimos de Jose agradeciéndole su compañía y atenciones ¡¡ Ha sido un verdadero placer, amigo !! Gracias y hasta pronto.

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